lunes, 22 de agosto de 2011

CAMINO AL CIELO


Llovía sin cesar,  mientras mis amigos presenciaban la clase de didáctica y yo dormía en mi casa. Después de levantarme,  la preocupación me invadió   y corrí a los minutos más cercano para llamar a los que  creía que habían ido a clase, pero me equivoqué porque ninguno de los que conocía se había despertado para ir a la universidad.  Así que tuve que esperar a ver  otras personas que sí madrugan todos los días. Entrando a la facultad me acerqué a Yesenia Sanguino y le pregunté qué habían dejado para la próxima clase y ella dijo “Marica hay que hacer un avión”. 

Tomé la noticia como si nada, pero ese preciso fin de semana se me pasó por la mente ¿cómo hago un avión? Si no se hacer ni uno de papel. Entonces empezó mi búsqueda por internet donde escribía todo lo que creía me mostraría una posible respuesta a mi pregunta en Google: Avión que vuele, ¿cómo hacer un avión que vuele?, videos de aviones que vuelan, instrucciones para hacer un avión,  planos de aviones, etc. Encontré cosas tan extrañas, pero ninguna como una página que  mostraba un avión hecho de palos de paleta con moscas que simulaban el motor, fue tan chistoso que subí la imagen al Facebook y etiqueté a varios amigos de mi curso, todos se reían, varios tampoco sabían como hacerlo, así que entre chanza y chanza decidían tomar mi foto como opción para sus aviones. 

Por otro lado  yo no encontraba nada “fácil de hacer” para mí, digo esto porque no me gustan las manualidades, mi mamá se dio cuenta de mi búsqueda y dijo “pues dígale a su papa, no va a saber él que es un carpintero” y yo dije “usted cree que un avión en madera va a volar, tocará ponerle un motor”  sonreímos las dos porque no teníamos ni idea de qué debíamos hacer. 


 

Quería hacer el mejor avión del grupo así que esperé al otro fin de semana y continué con mis indagaciones por internet, le pregunté a mis primos, amigos y ninguno sabía, el único que me dio solución fue mi primo de 10 años, Santiago, quien  me dijo “Pues haga uno de papel” y yo pensé “pues sí”  y empezamos juntos a hacerlo, pero el avión no duraba volando ni un segundo en el aire.  Era tanta fue mi frustración que escribí en el estado del Facebook “Mi avión solo dura volando un segundo…L” y todos mis amigos comentaban, unos burlándose otros dándome consejos de cómo hacerlo, pero nada me convencía.  Hasta que por fin encontré  un video por internet cuando escribí “Construir un avión que vuele de verdad. Vídeo didáctico”http://www.notodoestavisto.com/noticia/22/09/2009/1763/construir_un_avion_que_vuele_de_verdad_video_didactico.html. Allí mostraban  cómo hacer un avión, pero no el típico avión, era diferente  y atrapaba mi atención, no era nada del otro mundo, pero me enamoraba.

 

Así que tomé un papel, miré el video 3 veces y empecé a hacerlo. Al principio no fue fácil, pero después entendí el proceso. Tomé mi pequeño avión hecho en una hoja de cuaderno cuadriculada y lo lancé, no puedo decir que voló una hora, pero por lo menos voló más de un segundo, además me gustaba verlo volar esos pocos segundos. 

 

Al ver esto decidí comprar un papel más grande y sin ver el video pude hacerlo. Lo pinte de algunos colores y lo lancé en el parque de mi barrio, que queda en la esquina de mi casa, y se veía tan lindo volando que no me importaba nada solo verlo intentado llegar al cielo, multicolor, tratando de ser fuerte pero tan débil al mismo tiempo que me parecía que era yo.

 

ANDREA CAROLINA GÓMEZ BECERRA

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